Centro Psicopedagógico Edunoi
Fracaso escolar

Fracaso escolar, autoestima y otros factores

Por Edunoi

Fracaso Escolar

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación (recogidos en la revista Papeles de Economía Española, 2006), la Comunidad Valenciana, junto con Baleares, Canarias y Andalucía, configuran el mapa del Fracaso Escolar en la ESO más destacado en nuestro país. Pero, ¿cuál es el origen del fracaso escolar?

El Modelo Conceptual del Éxito-Fracaso Escolar elaborado por el Grupo Albor-Cohs (García Pérez, E.M., 1999), establece que el fracaso escolar (o rendimiento inferior al considerado “normal”), es el resultado de la interacción de múltiples factores, unos ambientales y otros individuales, y tanto unos como otros pueden ser transitorios o permanentes:

  • Aptitudes o habilidades básicas: Visión-audición-tacto, Motricidad Fina, Motricidad Gruesa, Memoria, Atención, Razonamiento Lógico.
  • Comportamiento de estudio que el alumno lleva a cabo tanto en el ámbito familiar como en el escolar. Éste puede ser ausente (no estudia), insuficiente (estudia poco) o ineficaz (estudia inadecuadamente).
  • Niveles curriculares previos: ¿tiene el niño la base académica necesaria (conocimientos, procedimientos)?
  • Niveles de activación óptimos: ¿tiene una actitud favorable hacia el estudio? ¿Tiene expectativas de éxito? ¿Se siente apoyado por padres y profesores?

Aunque algunas de estas variables sean deficitarias, otras pueden estar adecuadamente desarrolladas o presentar la posibilidad de ser mejoradas, de manera que el rendimiento puede ser modificado.

Nos gustaría centrar la atención sobre la importancia del último de los factores mencionados: “Niveles de activación óptimos”, por ser quizá el gran desconocido y en ocasiones, subestimado.

El aprendizaje consiste básicamente en adquirir competencia, ser capaz de realizar algo. La competencia se busca con distintas finalidades: se estudia para aprender, por distintos motivos y con diferentes fines; por lo tanto, para que esto sea posible, es necesario que el alumno tenga interés, o lo que es lo mismo, que esté motivado. Con el fin de optimizar el aprendizaje, el educador, padre o maestro debe incentivar al niño.

En los últimos años, la difusión del concepto de Inteligencia Emocional ha contribuido a la aceptación de la emoción como variable inseparable de la conducta humana. Si bien la emoción se vincula estrechamente a los comportamientos adultos, más aún determina los infantiles o adolescentes. No debemos olvidar que los niños, mucho antes de tener capacidad de cognición, ya experimentan los sentimientos, y que la emoción supone en esta etapa evolutiva el principal motor de la persona.

Los problemas de conducta social y el fracaso escolar están estrechamente relacionados: un niño con bajo rendimiento académico sufre frustración y castigo social, que a su vez derivan en un autoconcepto pobre y una autoestima baja. Este proceso puede desembocar en problemas de adaptación con sus padres, compañeros y profesores.

De ahí la relevancia de cuidar las emociones de los niños en entornos académicos o durante la realización de las tareas escolares. Es esencial garantizar un ambiente relajado, distendido, respetuoso, donde reinen la firmeza, la constancia y el cariño, para desterrar los sentimientos negativos de ansiedad, incompetencia o apatía que en muchas  ocasiones se relacionan con lo escolar.

Tanto los elogios (afirmación que reconoce el logro de un objetivo) como los apoyos (afirmación que reconoce el esfuerzo, se haya logrado o no el objetivo), deben estar presentes para evitar que la autoestima sufra. Proporcionarles la posibilidad de acumular experiencias exitosas que aumenten sus expectativas de logro y les demuestren que son capaces de hacer cosas bien, favorece que confíen en sí mismos.

Para finalizar, destacar que es aconsejable dotar al niño de cierta autonomía, para que tanto sus logros como sus tropiezos sean realmente “suyos” y pueda aprender a ser responsable de sus actos. La sobreprotección impide el desarrollo personal y la construcción de un autoconcepto sólido.

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6 comentarios para “Fracaso escolar, autoestima y otros factores”

  1. mariche dice:

    ME ´HA PARECIDO UN ARTÍCULO MUY INTERESANTE E
    INSTRUCTIVO.

  2. Román Alva Flores dice:

    El fracaso escolar también tiene su causa en la propia actitud docente. Hay profesores que no se preparan bien, no cultivan valores de responsabilidad, ni mucho menos tienen vocación de servicio.

  3. Malena dice:

    Me parece muy interesante e instructivo

  4. Veronica S dice:

    Excelente artículo y sin importar las fronteras hay que ser muy cuidadosos en como se le habla a los niños como padres o maestros, ya que una mala palabra que dañe su autoestima aunque parezca absurdo puede dañar todo su futuro

  5. JAVIER ARTINEZ JUAREZ dice:

    Estoy argumentando teóricamente mi tema de «La relación entre autoestima y aprendizaje». me peuden ayudar sugiriéndome algunas lecturas.
    Garacias.

  6. nikeyla dice:

    la verdad nos dan a conocer en donde nos equivocamos con nuestros hijos


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