Cuando un niño con Retraso del lenguaje no puede comunicarse de forma oral porque no conoce el código, no puede expresar sus ideas. Y por ello, utiliza una estrategia (signos). El contexto en ocasiones inhibe el código gestual y con ello dificulta cualquier tipo de comunicación y se vuelve un receptor pasivo porque no usa estrategias.
“Nunca hay que tener miedo al signo” porque cuando aparece la palabra, el signo se extingue solo ya que la palabra es más rápido y más funcional. Un niño en una comunidad oral el signo se extingue más rápido. Por otro lado, en las primeras etapas el signo es una ayuda y potenciador oral.
Debemos ser permisivos y admitir comunicación total porque vamos a trasmitir estados psíquicos. Cada vez hay que hacerle al niño más competente en lenguaje oral puesto que la convención propia de una comunidad lingüística oral, es la comunidad oralista (comunidad oyente – comunidad oral, por lo tanto, debe conocer su lengua para trasladar esos estados psíquicos, es decir, esas ideas).
Los estados psíquicos a comunicar por el niño lo hacen mediante la realización de demandas y el contar vivencias.
Un niño también cuenta vivencias con dos finalidades:
- Para ser consolado ante aquellas vivencias que ha tenido y que no son agradables.
- Por ser aplaudidos contando vivencias que para el sean gratificantes.
Pero para comunicar esos estados psíquicos necesita evolución en el lenguaje y sobre todo, evolución en el símbolo. Un niño que quiere realizar demandas pero no le sirve el lenguaje, utiliza la estrategia de designación ya que esta estrategia la utiliza cuando quiere un objeto y no alcanza a cogerlo. El signo es natural e individual. Desarrolla el signo porque el lenguaje no es funcional.
En su evolución, cuando el niño quiere un objeto que no está presente, como no tiene el nombre del objeto, no lo puede pedir y tampoco designar porque no está. Entonces, tira del adulto y lo lleva a donde si está.
Pero si el objeto está en un armario, el niño llora, tiene rabietas y a menudo deja de comunicar o dejan de interesarle objetos que no están presentes, lo cual es negativo para el desarrollo de su propio simbolismo. Todo esto ocurre porque el niño es oyente y no la han entrenando en una comunicación de signos. Utiliza signos naturales (designación).
Esto se complica notablemente ante el segundo supuesto, se amplía cuando el niño tiene que contar sus vivencias. Por lo tanto, no podrá contar lo que le disgusta y no ser consolado, ni tampoco lo que le gratifica, entonces, no podrá ser aplaudido porque su estrategia del lenguaje signado no llega a la ejecución de una frase que es la que necesitamos para trasladar nuestras vivencias tanto positiva como negativa.
Así poco a poco se va convirtiendo en un niño aislado en el contexto porque los estados psíquicos de los que hablábamos no los podía trasmitir.
Esto es más complejo cuando el ambiente o contextos inhiben el gesto y le van repitiendo al niño que no haga señas. También utilizan “no te voy a dar esto hasta que me lo pidas” pensando que el lenguaje es innato y todos lo desarrollamos al mismo tiempo.
Por lo tanto, nos quedamos en un tipo de comunicación donde no existe el canal y donde el emisor puede decir lo que sea que al receptor no le influye y el receptor puede decir algo pero el emisor le prohibirá esa estrategia.
Por todo ello, hay que tener muy presente todos los modelos de comunicación. Porque si es motivado y tiene presente que a nosotros nos importa lo que dice, potenciaremos el lenguaje del niño.
quisiera me mandaran toda información es muy importante para mi soy ama de casa y me gusta aprender nuevas cosas sobre los problemas de lectoescritura de mis hijos «Alta Newsletter»